sábado, 10 de mayo de 2014

10 Momentos que te causarán risa y ternura

Hay momentos de la vida en que la mejor opción es tomarse un tiempo para relajarse y reír. Por eso hoy te dejamos una imágenes que te robarán una sonrisa, que las disfrutes… Seguramente ya lo vio manejar. Mejor es caminar por la playa y relajarse viendo un bello atardecer Para luego ponerse a estudiar […]



Vía Curiosidades

Nos gusta autoengañarnos

lUno de los grandes cambios de paradigma sobre el funcionamiento del cerebro consistió en asumir que éste no registra la realidad tal y como es y, sobre todo, que no sirve para recordar los sucesos tal y como pasaron. Porque los recuerdos no se almacenan exactamente como en un disco duro, sino en constelaciones asociativas en las que se hallan implicadas emociones, esperanzas y autoengaños.


Autoengaños para ser más optimistas y olvidar nuestros traspiés: por ejemplo, a la hora de juzgar por qué hemos aprobado un examen, la mayoría de nosotros afirmará que se lo merece porque ha estudiado mucho; por el contrario, cuando llega el suspenso, solemos aducir excusas que nada tienen que ver con nuestro esfuerzo. La repetida doble moral o doble vara de medir de nuestras acciones no es solo un mantra, realmente se produce en todos nosotros, en mayor o menor medida. No estamos cableados para ser precisamente coherentes. Al menos si nos dejamos llevar por un primer impulso.


Al cerebro le encanta autoengañarse, lo cual resulta extrañamente exótico: el “yo” puede engañar y, a la vez, ser engañado. Para demostrar al más pintado que es capaz de autoengañarse alegremente, dos psicólogos sociales, Piercarlo Valdesolo y David DeSteno diseñaron un ingenioso experimento.


En el experimento solicitaban a un grupo de voluntarios que cooperaran con ellos en la planificación y evaluación de un estudio en el que la mitad de los participantes tendrían una tarea fácil y agradable (mirar fotografías durante 10 minutos), y los de la otra mitad una tarea difícil y aburrida (resolver problemas matemáticos durante 45 minutos). Les explicaron a los voluntarios que realizarían la evaluación por parejas, pero que aún no se había decidido cómo asignar a quién qué tarea.


lAsí pues, se permitió que cada participante seleccionara uno de los dos métodos posibles para decidir quién realizaría la tarea agradable y quién la desagradable. Y aquí viene lo interesante: podían escoger la tarea fácil para sí mismos, o usar un generador de números aleatorios para decidir quién hacía qué.


Obviamente, la mayoría se quedó con la tarea fácil para sí mismos. Pero más interesante fue cuando, posteriormente, se les preguntó a estas personas si su decisión había sido justa. La mayoría respondió que sí.


Se le preguntó sobre esta decisión egoísta a otro grupo de participantes: la mayoría declaró que le parecía injusto. La parte final del experimento consistió en hacer trabajar mucho al cerebro para que no fuera capaz de actuar automáticamente, inconscientemente, dejados llevar por su programa de sesgos. Ese piloto automático que nos permite conducir el coche hacia casa mientras estamos hablando por teléfono.


Para ello distrajeron los cerebros de las personas con otra tarea: retener en la memoria 7 dígitos mientras evaluaban el experimento, incluida la opinión de si ellos (o los demás) habían obrado de forma justa o injusta. Con la mente consciente distraída, afloró la verdad: los participantes se juzgaron a sí mismos con la misma dureza que a las otras personas.


Es decir, que a la hora de juzgar a los demás percibimos las cosas de una forma, y cuando nos juzgamos a nosotros mismos, somos mucho más benévolos. Por esa razón, precisamente, la mayoría de las personas cree que la mayoría de los conductores conduce mal su coche. Es el clásico efecto Lake Wobegon. Y también es la razón de que la ciencia no funcione en base a lo que uno afirma sobre su hallazgo o investigación, sino en base a lo que los demás científicos, ajenos a la misma, opinan al respecto. Algo sobre lo que deberían tomar buena nota el resto de organizaciones que persigan la objetividad y la coherencia.


Más información | Moral Hipocrisy


Fotos | Department of Radiology, Uppsala University Hospital, por Mikael Häggström | maveric2003


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La noticia Nos gusta autoengañarnos fue publicada originalmente en Xatakaciencia por Sergio Parra.












Vía Xatakaciencia

Padre e hija separados por más de 30 años se reencuentran por Facebook

Adele Greenacre tenía 11 semanas de edad cuando su padre Derek salió de su casa y nunca más regresó. Han pasado 36 años y ella decidió buscarlo valiéndose de una gran red, sí Facebook. Un selfie con una antigua foto de su padre fue subida en el sitio y después de 21.000 acciones, fue contactado […]



Vía Curiosidades

Capitalismo contra el planeta

Noticiero televisivo. Lluvias torrenciales en Estados Unidos. Una calle se hunde y arrastra docenas de automóviles, aceras, vía del tren... En segundos desaparece una manzana entera de la calle 26 de Baltimore. Las consecuencias del cambio climático están ahí. Subida del nivel del mar, océanos más ácidos, sequías e inundaciones dejan sus huellas terribles en todo el planeta. Incluso un reciente informe de la Casa Blanca reconoce las tremendas consecuencias del calentamiento en su territorio. Estados Unidos es el segundo país del mundo, tras China, que emite más gases de efecto invernadero.






Vía Noticias de Ecoportal

¡Triunfo de los pueblos! CIDH otorga medida cautelar a defensores de lagunas de Conga

De forma grosera Estado peruano miente afirmando que medida fue rechazada y desinforma a todos los medios de comunicación que repiten noticia del Ministerio de Justicia.






Vía Noticias de Ecoportal

Gato tratando de atrapar el sonido de una bocina

Este gato por más que se esfuerza no puede ver resultados al intentar atrapar al sonido que reproduce la bocina. Con cada sonido grabe el minino se emociona y por más que intente atraparlo no sabe que nunca lo lograra…



Vía Curiosidades

Para cargar el niño sobre los hombros

Esta es una buena opción si se desea dar un paseo a los niños en el hombro y al mismo tiempo hablar por teléfono, no teniendo las manos ocupadas…



Vía Curiosidades

Una píldora vibratoria como solución para el estreñimiento

Píldoras vibratorias anti estreñimiento. Un nuevo tipo de píldora podría ser la solución para el estreñimiento. No se trata de un laxante ni de nada parecido. La idea, estimular físicamente el intestino desde el interior para conseguir su activación.


La píldora no contiene medicamento alguno, pero dispone de un motor eléctrico que hacer vibrar a la cápsula. Una vez tragada la píldora, ésta empieza a vibrar pasadas entre seis u ocho horas. En ese intervalo de tiempo la píldora ha llegado a nuestro intestino y la vibración producida estimula la pared intestinal facilitando la deposición.


Durante las pruebas médicass realizadas en humanos, los pacientes reportaron que el número de deposiciones se había duplicado y que además el acto se había convertido en más fácil y menos dolorosos. Además ninguno de los sujetos manifestó haber sufrido efectos secundarios adversos.


El estreñimiento es una de las dolencias más comunes de salud digestiva. Como dato, el 15% de los habitantes de los EE.UU. están afectados. La mala alimentación, falta de ejercicio físico, algunos medicamentos y una deficiente hidratación son las cusas más comunes.


Vía | CBS news


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La noticia Una píldora vibratoria como solución para el estreñimiento fue publicada originalmente en Xatakaciencia por Carlos Alcayde.












Vía Xatakaciencia

Diez cosas que posiblemente no sabía la semana pasada

Un hombre que lleva un año sin usar una ducha, la seguridad de nuestros cepillos de dientes o una lluvia de peces en Asia: repase con BBC Mundo algunas de las noticias más llamativas de esta semana.



Vía BBCMundo.com | Curiosidades

Proyecto Ilustris: la más ambiciosa simulación de nuestro universo


Este vídeo del Proyecto Ilustris es una simulación cosmológica del desarrollo de nuestro universo en sus 13.800 millones de años de existencia, recreado de la forma más ambiciosa hasta la fecha. La expansión del universo, la atracción gravitatoria de la materia, el movimiento del gas cósmico, la formación de estrellas y agujeros negros, decenas de miles de galaxias capturada en gran detalle, las tasas de formación de estrellas, formas, tamaños... todo cabe en el vídeo.


Esta maravilla ha sido concebida combinando la potencia de superordenadores de varios países. El equivalente a unos 19 millones de horas de CPU en cuanto a cálculos. Un ordenador de sobremesa precisaría más de 2000 años para realizar este cálculo.


Vía | Microsiervos


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La noticia Proyecto Ilustris: la más ambiciosa simulación de nuestro universo fue publicada originalmente en Xatakaciencia por Sergio Parra.












Vía Xatakaciencia

¿Cómo hacer que un niño se porte bien? La letra con sangre no entra…

lHasta hace apenas un par de siglos, los niños no eran considerados personas, con todos sus derechos y deberes. En muchas ocasiones, los niños eran sólo un prototipo de ser humano. No importaba que sufrieran traumas, ni que trabajaran en vez de formarse. Incluso era frecuente que se emplearan para trabajos propios de esclavos: niños de incluso cinco años, durante el reinado de Enrique VIII, trabajaban en Gran Bretaña haciendo girar espetones cargados de carne de venado y de ternera, capones y patos, aunque ello les chamuscara la cara y les tiznara los pulmones.


Más tarde, las tornas cambiaron y, de repente, los niños se convirtieron en el objetivo primordial de nuestros deseos, ilusiones y esperanzas. La infancia debía ser intocada, prístina, sólo rodeada de estímulos positivos e intelectualmente ricos a fin de que el adulto por venir fuera el honor de la familia. Eso incluye una exigencia cultural y cognitiva inaudita en cualquier otro tiempo.


A los niños se les exige sacar buenas notas, pero también tocar un instrumento, practicar algún deporte, aprender idiomas y, además, disfrutar sobremanera leyendo a los clásicos de la literatura (aunque inculcar la lectura no sea solo cuestión de esfuerzo parental, pues los genes también tienen algo que decir)


Para obtener todo este cambio conductual en los niños, algunos usan la persuasión y las buenas palabras; otros prefieren la disciplina y repetir esa letanía de que se están perdiendo los valores. Pero ¿qué alternativa es más eficaz?


La letra con sangre no entra


lConseguir educar y maximizar los valores sociales y empáticos de un niño, si bien en parte vienen de serie, no es nada fácil. Tal y como señala Jeremy Rifkin en su libro La civilización empática:


Naturalmente, castigar a un niño por una transgresión social casi siempre tendrá un efecto contrario al deseado y hará que el niño acabe siendo menos empático. La mejor manera de desarrollar el potencial empático del niño es mediante el uso de la inducción, un método por el que los padres destacan el punto de vista del otro y dejan claro que la acción del niño le ha hecho sufrir […] La disciplina por inducción funciona en esta etapa porque el niño empieza a darse cuenta de que los demás tienen estados internos (emociones, deseos, pensamientos) que con frecuencia difieren de los suyos.

Con todo, el sentimiento de culpa que aparece tras poner a un niño en la posición de otro debe gestionarse con cuidado. Si se genera un exceso de culpa, es probable que el niño crezca sintiendo que, haga lo que haga, nunca podrá enmendar ningún daño ni restablecer los vínculos sociales.


Los padres adecuados hacen que el niño sepa que ha hecho algo mal, pero lo hacen afecto para que el niño también sepa que sigue siendo querido y respetado como persona. (…) Es igualmente importante que los padres hagan saber al niño que no lo quieren menos por su mala conducta. Nadie es perfecto. Lo mejor que podemos esperar unos de otros es que aprendamos de nuestras faltas y que en el futuro intentemos actuar mejor. Cuando un padre avergüenza a su hijo le comunica que no está a la altura de lo que espera de él y que no es digno de su respeto. El objetivo del acto disciplinario lo conforman las expectativas del padre, no la humanidad del niño.

Foto | USAID - Out of the Shadows: Women in Afghan Society


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