El organismo tiene un “reloj alimentario” interno formado por genes y moléculas que mantienen la estabilidad metabólica. Un estudio realizado por investigadores de la Universidad de California ha desvelado que existe una proteína llamada PKCγ que pone a cero este reloj cuando cambiamos nuestros hábitos alimentarios, por ejemplo ingiriendo comidas...
Vía MuyInteresante.es
No hay comentarios:
Publicar un comentario