Las instituciones no tienen legitimidad para educar a las nuevas generaciones en beneficio de un mercado capitalista, enfocado al consumo, la competencia, la violencia y el individualismo. Obsesionadas en deshumanizar a la persona, reducen la actividad del aprendizaje a la memorización, la repetición, la rutina y la evaluación.
Vía Noticias de Ecoportal
No hay comentarios:
Publicar un comentario