El 29 de enero pasado la multinacional BASF retiró sus solicitudes de autorización en la Unión Europea para intentar la comercialización de sus papas genéticamente modificadas (GM): Fortuna, Amadea y Módena. La empresa adujo que seguir invirtiendo en estos proyectos "No se justifican, debido a incertidumbres en el marco regulatorio y la amenaza de la destrucción de los campos", algo que ya sucedió con el maíz transgénico en Hungría.
Vía Noticias de Ecoportal
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