La chica sufría en silencio la agresión
“La chica no era consciente de lo que estaba pasando porque la falda, pese a ser muy corta, es también muy lista y se adaptaba como un guante a la anatomía de la joven, que iba por la calle como si nada”, explica el comisario Cifuentes.
La mujer, asustada por la actuación policial, ha empezado a gritar que la dejaran en paz y se ha resistido a ser desnudada. “En estos casos, la vergüenza es tal que la agredida prefiere encubrir a la prenda y sufrir en silencio el acoso”, añade Cifuentes.
Ya en comisaría, la muchacha ha explicado que se había puesto guapa en el día de San Valentín y ha seguido defendiendo a la falda en lo que las autoridades califican de “síndrome de Estocolmo de toda la vida”.
La falda, acusada de agresión, resistencia a la autoridad y alteración del orden público, permanece encerrada en el calabozo y, por el momento, no ha pedido hablar con ningún abogado. “Si no hace nada, allí se va a quedar”, sentencia el comisario, que conoce muy bien a este tipo de delincuentes “porque están todas cortadas con el mismo patrón”.
Vía El Mundo Today
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