Desde el punto de vista médico, consumir polvo de cuerno de rinoceronte no resulta muy diferente a morderse las uñas: simplemente, ingieres un poco de calcio y queratina disueltos en saliva. Pero cuando está destinado a alguien de China o Vietnam que cree ciegamente en sus poderes curativos contra la artritis, la hipertensión y hasta el cáncer y el sida, no hay pruebas científicas que valgan.
Vía Muy Interesante
No hay comentarios:
Publicar un comentario