¿Pueden algunos factores externos como la contaminación o la alimentación influir en problemas neurológicos como el autismo? Una nueva investigación ha demostrado que la exposición a la contaminación ambiental aumenta el riesgo de Trastorno del Espectro Autista (TEA) entre quienes tienen una predisposición genética. Se trata de un problema que sufren aproximadamente uno de cada 88 niños en Estados Unidos.
Vía Muy Interesante
No hay comentarios:
Publicar un comentario