Una persona normal no soporta más de dos minutos. Cuando se acerca a ese límite, la acumulación de CO2 desencadena dolorosos espasmos en el diafragma y los músculos intercostales, lo que le obliga a dar bocanadas.
Vía Muy Interesante
Vía Muy Interesante
No hay comentarios:
Publicar un comentario