Ahuyentar la mala suerte, el mal de ojo y, en suma, a los envidiosos. Ese era uno de los cometidos de los mosaicos en la Antigua Roma, según una investigación coordinada por la Universidad Carlos III de Madrid (UC3M), en la que se analizan los rituales y prácticas mágicas en estas representaciones artísticas.
Fuente: Noticias
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