Expertos de la Universidad de Sevilla demuestran que el orujo (residuo sólido formado por la piel de la uva, la semilla y el raspón o rama de la que cuelgan las uvas) de la uva blanca Zalema del Condado de Huelva aumenta la estabilidad de los vinos tintos consiguiendo caldos más oscuros, más saturados y con vivos colores azulados. Los resultados del estudio indican también que la reutilización de este residuo potencia además las propiedades antioxidantes y anticancerígenas del vino.
Fuente: Noticias
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