A mediados del siglo XX surgió una hipótesis sobre el papel del sistema inmune en el desarrollo del cáncer. Era evidente: el organismo poseía algún mecanismo interno de control, o la tasa de afectados por esta enfermedad habría sido mucho mayor. El biólogo australiano Frank Macfarlane Burnet ató cabos y formuló una teoría de la inmunovigilancia que publicó en 1957.
Vía Muy Interesante
No hay comentarios:
Publicar un comentario