Antes del código genético que conocemos hoy pudo existir otro más sencillo establecido entre aminoácidos y nucleótidos, los ‘ladrillos’ que acabarían conformando las proteínas y acidos nucleicos como el ARN. Además, ciertas propiedades de los aminoácidos, como su tamaño y polaridad, influyeron en la forma en que el ARN de transferencia los ordenaba para crear complejas y plegadas proteínas. Así lo reflejan dos estudios de científicos de la Universidad de Carolina del Norte (EE UU) que avanzan en el desconocido paso de las primeras biomoléculas a las células de la Tierra.
Fuente: Noticias
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