jueves, 22 de octubre de 2015

Con una buena voz, ¿quién necesita grandes testículos?

El potente rugido del mono aullador de América, que fascinó a Darwin, es su arma de seducción y de defensa: atrae a las hembras para el apareamiento y ahuyenta a sus rivales a kilómetros de distancia. Ahora, un nuevo estudio revela que los dueños de los aullidos más poderosos poseen gónadas de menor tamaño, y viceversa. No se puede tener todo en la vida, tampoco a la hora de competir sexualmente.



Fuente: Noticias

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