Paul Stamets prefería pasar las horas vagando por los bosques próximos a su universidad antes que ir a clase. Un día, en un paseo probó los hongos psicodélicos de la psilocibina. Además de sufrir una experiencia alucinógena, ocurrió que dejó de tartamudear, por siempre. Esto le marcó de por vida y a partir de ahí, dedicó su carrera al estudio de los hongos.
Vía Noticias de Ecoportal
No hay comentarios:
Publicar un comentario