Un estudio internacional liderado por la Universidad de Granada demuestra que dos genes con funciones muy importantes durante el desarrollo embrionario del testículo, denominados Sox8 y Sox9, son los responsables de que se mantenga el testículo en el animal adulto y, si se eliminan, provocan que algunas de sus células cambien de masculinas (testiculares) a femeninas (ováricas).
Fuente: Noticias
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