Investigadores de las universidades de Valladolid y Granada ha comprobado por primera vez que las cámaras de cielo, que captan la bóveda celeste con una lente ‘ojo de pez’, se pueden configurar para detectar y medir la radiación que llega de noche desde el entorno de la luna. Con esa información y un algoritmo se pueden conocer las propiedades de aerosoles atmosféricos, como el polvo sahariano, durante el periodo nocturno.
Fuente: Noticias
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