Un equipo de investigación, liderado por el Museo Nacional de Ciencias Naturales ha estudiado el veneno de las aceiteras, escarabajos de la familia Meloidae capaces de sintetizar cantaridina, un veneno muy tóxico. La pérdida de rayas rojas es un proceso evolutivamente reciente que no va acompañado de una reducción de la toxicidad.
Fuente: Noticias
No hay comentarios:
Publicar un comentario