El sapo común ibérico y el sapo común europeo se diferenciaron hace nueve millones de años, pero siguen siendo muy similares entre sí. Un equipo del Museo Nacional de Ciencias Naturales ha tratado de comprender cómo se forman nuevas especies analizando el área en Francia donde estos anfibios entran en contacto y se reproducen.
Fuente: Noticias
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