Un estudio en ratas, realizado por investigadores de las universidades de Granada y Huelva, revela que si entre la preexposición a un sabor y la asociación de ese sabor con un malestar determinado se introduce un cambio temporal –es decir, lo realizamos a una hora distinta, pasando de mañana a tarde o de tarde a mañana–, la aversión o rechazo al sabor que se aprende es mayor.
Fuente: Noticias
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