domingo, 29 de abril de 2018

La catarsis del sudor o la religión del ejercicio extenuante

El deporte moderno no suele ofrecer la catarsis de la sangre que la guerra sí que proporcionaba, pero sí que ofrece la una catarsis de sudor. Al practicar un ejercicio intenso podemos liberarnos del estrés, las tensiones y el descontento.

Levantar pesas, correr en bicicleta y acudir al gimnasio es un ritual físico. El entrenador personal es el nuevo sacerdote.

Funcionamiento

Pero ¿cómo funciona exactamente esta catarsis? En primer lugar, el ejercicio físico intenso desborda el sistema nervioso simpático y activa el parasimpático, lo que nos hace liberar endorfinas y endocannabinoides, lo que finalmente proporciona sensación de calma y sosiego, así como satisfacción.

Si además practicamos deporte en equipo o con otras personas, compartimos ese chute de endorfinas y nos sentimos vinculados con los demás. Tal y como abunda en ello Jules Evans en su libro El arte de perder el control:

Cuando más agotados nos sentimos, menos energía mental tenemos para dedicarla a preocupaciones neuróticas. Podemos llegar a lo que los neurocientíficos denominan “hipofrontalidad transitoria”, en la que llega menos sangre a la corteza prefrontal del cerebro y entramos en una fase de bendita quietud.

Incluso algunas formas de espiritualidad nacen del deporte extremo, como el movimiento Sri Chonmoy, que buscan trascenderse a sí mismos corriendo cinco kilómetros en 52 días alrededor de una manzana de Nueva York.
Imagen | Phil_Heck6301600366_f571046b37_o.jpg

También te recomendamos

¿Cuánto deporte hace falta para estar en forma?

[Vídeo] El deporte intenso puede dañar el corazón

La realidad virtual no revolucionará solo el mundo del automóvil: también el de la conducción

-
La noticia La catarsis del sudor o la religión del ejercicio extenuante fue publicada originalmente en Xataka Ciencia por Sergio Parra .



Vía Xataka Ciencia

No hay comentarios:

Publicar un comentario