En contra de lo que se creía, los problemas económicos y el desempleo no fueron decisivos en las últimas elecciones presidenciales de Estados Unidos. Un nuevo estudio apunta a que el secreto del triunfo de Donald Trump consistió en apelar al miedo de la población blanca, sobre todo hombres y cristianos, a perder su hegemonía frente a la diversidad racial.
Fuente: Noticias
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