Investigadores españoles y ecuatorianos han desarrollado una metodología para estimar las fallas y los volcanes que pueden activarse en una región después de un terremoto. Los mapas generados se presentan en una escala de colores para facilitar a las autoridades la toma de decisiones. La técnica se ha aplicado al seísmo que ocurrió en Pedernales (Ecuador) durante 2016.
Fuente: Noticias
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