La acidificación de los océanos queda registrada en los cristales del esqueleto de coral. Este hecho supone una nueva herramienta para el estudio de los cambios ambientales del pasado y luchar contra el cambio climático. Esta es la principal conclusión de un estudio liderado por el científico español Ismael Coronado Vila, del Instituto de Paleobiología de Varsovia (Polonia).
Fuente: Noticias
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