Un estudio aborda cómo el organismo hace frente a los desajustes entre los ciclos de luz y oscuridad y la disponibilidad de nutrientes. El trabajo, realizado en ratones con malformaciones congénitas en el ojo, muestra que la formación del nervio óptico influye en la adaptación metabólica a la ingesta diaria de alimentos.
Fuente: Noticias
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