Los humanos somos animales sociales, pero se sabe poco sobre cuándo, cómo y por qué las diferentes poblaciones se conectaron en el pasado. Investigadores del Instituto Max Planck para la Ciencia de la Historia Humana en Alemania han recurrido a una fuente inesperada de información para arrojar luz sobre las antiguas redes sociales: los huevos de avestruz.
Fuente: Noticias
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