Las pintadas en las paredes de los retretes realizadas por hombres son más libidinosas, violentas y centradas en los excrementos que las llevadas a cabo por mujeres, cuyo contenido resulta preferentemente romántico. Es una de las conclusiones del psicoanalista Alfred C. Kinsey (1894-1956), uno de los primeros en estudiar ese campo.
Vía Muy Interesante
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