En las personas con síndrome de Down la pareja de cromosomas número 21 está repetida formándose un trío y provocando una discapacidad intelectual que afecta a uno de cada 700 niños nacidos. Ahora, gracias a la ingeniería genética los científicos han conseguido desactivar el gen extra en células madre, lo que podría abrir las puertas de nuevos tratamientos.
Vía Muy Interesante
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